En el
año 93, el periodista y crítico musical Juan Ángel Fernández publicó una
crónica de los grupos de rock y pop de Albacete. Aquel era un momento de
eclosión de las bandas de nuestra ciudad. Los Surfin’ Bichos amenazaban con
comerse el escenario musical del país, y un puñado de grupos llenos de ideas y
energía seguían su estela. Han transcurrido 25 años y el panorama es mucho
menos alentador. Quizás por eso muchos recordamos con nostalgia aquel momento
en que la crítica especializada miraba a Albacete con asombro e incredulidad.
¿Cómo era posible que una ciudad pequeña y anclada en la España más profunda
estuviera generando tal cantidad de ruido y de furia? Juan Ángel Fernández
trataba de explicarlo remontándose hasta la prehistoria de la música popular albaceteña,
hasta las orquestas de baile de los años 50 y, sobre todo, hasta la irrupción
de los primeros grupos de pop en los 60. Muchos veteranos recuerdan a Los
Trasgos, aquellos Beatles de tierra adentro que se codearon con los Brincos en
las mejores salas de Madrid. Además de buenos músicos, aquellos cinco muchachos
se convirtieron en auténticos precursores del cambio social en una ciudad
impaciente por sacudirse la caspa y salir del marasmo nacional-sindicalista. Sus
voces, sus guitarras y sus recuerdos, junto a los de otros muchos paisanos que
enarbolaron la antorcha de la modernidad, suenan con fuerza en El tesoro de Lodares, título que hace
referencia a ese corredor mágico que une la calle Mayor y la del Tinte, un
auténtico túnel del tiempo, como el libro de Juan Ángel Fernández. El próximo
miércoles, a las siete de la tarde, algunos de estos protagonistas se darán
cita en la librería Popular para dar la bienvenida a la nueva edición del
libro. La nostalgia entraña sus riesgos, pero a ciertas edades es un vicio
comprensible, inevitable.
Publicado en La Tribuna de Albacete el 8/6/2018
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