Formo
parte del claustro de profesores del IES Bachiller Sabuco. Lo proclamo con
orgullo y, si me lo permiten, con un punto de vanidad. Sus 175 años largos de historia
se me figuran a veces como un tapiz de vidas cruzadas. Observado de cerca, es
posible distinguir los nombres y los hechos individuales. Desde la distancia,
la imagen que obtenemos es la de la historia de la enseñanza media en nuestra
ciudad. Por desgracia, durante este último trimestre las cosas se han puesto
difíciles. Al comienzo de curso, la inspección educativa detectó
irregularidades en el horario del bachillerato nocturno y pidió que se
subsanaran. El revuelo fue considerable, pues el cambio afectaba a muchos alumnos
y profesores. Pero no es de eso de lo que quiero hablar. Durante este tiempo
han aparecido pintadas, tanto en la fachada de la Dirección Provincial de
Educación como en la sede de un partido político. Las más recientes contienen
insultos y amenazas contra la inspectora de Educación asignada nuestro centro.
Lo que empezó siendo una gamberrada se convierte ahora en acto de delincuencia.
Desde aquí, quiero expresar mi pesar y mi vergüenza por la actuación de esos
descerebrados. Deseo que los atrapen y que paguen las consecuencias de sus
actos. En el IES Bachiller Sabuco nos dedicamos a educar, y los pilares de la
educación son el civismo, el respeto y el juego limpio. Lo ocurrido supone una
mancha intolerable en la historia de nuestro centro. Esos cobardes piensan que
al perpetrar esas pintadas están insultando a una persona. En realidad, es la
comunidad educativa en su conjunto la que ha recibido el insulto. Sé que todos
mis compañeros y que casi todos los alumnos comparten este pensamiento. Ojalá
el nuevo año traiga consigo una buena dosis de tranquilidad, de racionalidad y
de sentido común. Bien sabe Dios que lo merecemos y lo necesitamos.
Publicado en La Tribuna de Albacete el 29/12/2018
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