La Ley de Murphy

La Ley de Murphy
Eloy M. Cebrián

jueves, 1 de enero de 2015

El amigo invisible

Me da la impresión de que en el anuncio del Sorteo de Navidad no es oro todo lo que reluce. A lo mejor resulta que generosidad de Antonio el del bar esconde una trama de blanqueo de capitales. O puede que todo sea fruto de la psicosis impositiva que me aqueja desde hace un tiempo, agravada ahora que la Pantoja está en la trena, que al «duque empalmado» le pide el fiscal casi 20 años de cárcel y a la infanta le quieren hacer pagar 500.000 euros por distintos delitos fiscales. Hoy en día da miedo agacharse a recoger un billete de cinco euros en medio de la calle. Si lo hacen, asegúrense de que no hay testigos ni cámaras, porque los inspectores de Hacienda nunca descansan. Hacienda es como un amigo invisible un tanto rácano que toma mucho más de lo que devuelve. Y a pesar del viejo eslogan según el cual «Hacienda somos todos», al final va a resultar que algunos lo somos bastante más que otros. Incluso si tiene usted la suerte de que le toque la lotería el día 22, vaya haciéndose a la idea de que le van a retener un 20% de todo lo que supere los 2.500 euros, con lo que el la alegría quedará un tanto menguada. Porque uno no puede evitar volverse un poco cínico con los años, y por cada euro que se cotiza al fisco se tiene la sensación de que otro tipo con muchos más ingresos está dejando de pagar 10. Pero, repito, podría ser todo una paranoia. De hecho mis compañeros del instituto me miran raro porque me he negado a participar en el amigo invisible de este año. Claro que no saben (pobrecillos) que las donaciones en especie también tributan.

Publicado en La Tribuna de Albacete el 19/12/2014

1 comentario:

Aloge contactos dijo...

De todos modos felicidades.