La Ley de Murphy

La Ley de Murphy
Eloy M. Cebrián

domingo, 30 de diciembre de 2018

La última pregunta



“La última pregunta se formuló por primera vez, medio en broma, el 21 de mayo de 2061, un momento en que la humanidad acababa dar de su primer paso hacia la luz”. Estas son las primeras palabras de un relato mítico de la ciencia ficción moderna, The Last Question, publicado por el escritor norteamericano Isaac Asimov en 1956. Alguna vez se ha dicho que se trata de la mejor historia corta de ciencia ficción de todos los tiempos, afirmación quizás discutible. De lo que nadie puede dudar es de la colosal influencia de Asimov en la formación de amantes de este género, ni de su mérito como divulgador de la ciencia y del conocimiento en general. En “La última pregunta” se narra la historia futura de la humanidad en unas pocas páginas. A lo largo de distintos momentos del desarrollo de la especie humana, alguien le pregunta a la gigantesca computadora Multivac si existe algún modo de detener y revertir la muerte térmica del universo, el proceso que los físicos denominan “entropía”, cuyo resultado será un espacio convertido en una ámbito frío, oscuro e inerte. No voy a reventar el final del relato, pero puedo asegurar que es uno de los momentos más hermosos y poéticos que he vivido como lector, una demostración magistral de cómo la literatura y la ciencia pueden darse la mano. También del valor del arte como herramienta de conocimiento. Hoy lo he comprobado otra vez con mis alumnos, que han escuchado fascinados la voz de Asimov leyendo su historia. Puede que no exista una “última pregunta”, pues cada respuesta seguirá abriendo nuevas incógnitas. Pero la obligación de quienes educamos, al menos así lo veo, es esforzarnos por estimular las mentes de los jóvenes, su curiosidad y su imaginación. Tal vez uno de ellos sea capaz de hallar la respuesta a alguna de las grandes preguntas de nuestro tiempo.
  
Publicado en La Tribuna de Albacete el 30/11/2018

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