Ojalá la hubieras tocado la otra noche en Benidorm. Pero te perdonamos por todas las que sí tocaste. Gracias por alimentar todavía nuestros sueños.
Carretera del Trueno
Bruce Springsteen
Trad. Eloy M. Cebrián
La puerta bate en el porche
El viento mece el vestido de Mary
Como en una visión ella baila ante la casa
Mientras suena la radio
Roy Orbison canta para los solitarios
Y aquí me tienes, he venido a buscarte
No me cierres la puerta de nuevo
No soporto la idea de verme otra vez solo
Y no corras a esconderte
Cariño, sabes muy bien qué me trae aquí
Estás asustada y piensas
Que a lo mejor no somos ya tan jóvenes
Pero ten un poco de fe, hay magia en la noche
Aunque no seas una belleza, no estás nada mal
Y con eso a mí me vale
Puedes esconderte bajo las sábanas
Y estudiar tu dolor
Pasar lista a tus amantes
Arrojar rosas a la lluvia
Malgastar tu verano suspirando
Que un salvador te saque de estas calles
Ya sé que no soy un héroe
Eso está claro
Toda la redención que yo puedo ofrecerte
Está bajo este sucio capó
Pero nos queda una oportunidad para hacerlo bien
Qué otra cosa queda por hacer
Sino bajar la ventanilla
Y dejar que el viento alborote tu pelo
Mira la noche abierta de par en par
Y estos dos carriles que llevan a todas partes
Nos queda una oportunidad para hacerlo real
Para cambiar nuestras alas por cuatro neumáticos
Sube, el cielo nos aguarda en las carreteras
Ven, dame la mano
Esta noche saldremos para allanar la tierra prometida
Carretera del Trueno, Carretera del Trueno
Tumbada ahí fuera como un asesino al sol
Sé muy bien que es tarde pero podemos llegar si corremos
Oh, Carretara del Trueno,
Toma asiento, agárrate bien,
Carretera del Trueno.
Tengo esta guitarra
Y he aprendido a hacerla hablar
Y mi coche está ahí fuera
Si estás lista para emprender el largo camino
Que hay entre tu porche y mi asiento delantero
La puerta está abierta, pero el viaje no es gratis
Y sé que está sola
Y que hay palabras que no he dicho
Pero esta noche seremos libres
Y romperemos todas las promesas
Vi fantasmas en los ojos
De todos los muchachos que rechazaste
Recorren las polvorientas carreteras de la costa
Al volante de Chevrolets quemados hasta las cenizas
Tu toga de graduación yace hecha jirones a sus pies
Y en el solitario frío que precede al amanecer
Oyes el rugido de sus motores
Pero cuando te asomas al porche ya se han ido
Con el viento
Así que, Mary, súbete,
Esta ciudad está llena de perdedores
Y yo me largo de aquí para ganar
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