Quiero
romper una lanza en favor de los dos o tres periódicos digitales de Albacete.
Hasta hace poco me provocaban más indignación que interés, pues tanto sus
contenidos como su forma de abordar las noticias me parecían totalmente ajenos
al rigor periodístico. Creo que el oficio de informar consiste en algo más que
en reproducir tuits de la policía local o en contar la última ocurrencia del
concejal no adscrito. Con todo, la prensa digital de Albacete se ha convertido
en un elemento valioso, casi imprescindible, y no por la información que ofrece,
que me sigue pareciendo de chichinabo, sino por la cascada de comentarios que desencadenan
sus noticias en las redes sociales. Ahí, sin filtro ni censura, es donde
realmente se le puede tomar el pulso a la opinión pública local, y con una inmediatez
que no está al alcance de la prensa tradicional. Tomemos como ejemplo una
noticia que se publicó el lunes, según la cual el Ayuntamiento ha comprado
trescientas nuevas papeleras, acontecimiento ilustrado con una foto del alcalde
y de la concejala de medio ambiente posando muy ufanos tras unas papeleras. No
parece que el anuncio invite a la polémica. Los comentarios, sin embargo, no tuvieron
desperdicio: “Ya hay algún amiguete que vende papeleras”, “Para depositar los
votos”, “Ayer compré leche, se me estaba terminando”… No solo resultan
entretenidos de leer, sino que proporcionan una plataforma muy necesaria para
que los ciudadanos de a pie descarguen su indignación y ejerciten su ingenio.
También del lunes es la noticia de que el horno crematorio del cementerio ha
sido reparado y vuelve a funcionar, que se publicó en Facebook con el
pintoresco titular de “Los cadáveres vuelven a poder ser incinerados en nuestra
capital”. Yo creo que la cosa daba pie para bastante más que lo de las
papeleras. Sin embargo, se ha pasado por alto. Espero con impaciencia la
reacción del concejal no adscrito.
Publicado en La Tribuna de Albacete el 8/3/2019
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