La Ley de Murphy

La Ley de Murphy
Eloy M. Cebrián

sábado, 2 de abril de 2016

Entre rejas


Pasan los días y el alcalde sigue haciendo oídos sordos a la petición ciudadana, canalizada a través de la plataforma Change.org, para devolver a su emplazamiento original las rejas del edificio de la calle Concepción. Se trata, como seguramente sabrán, del hermoso edificio que ocupa el número 11, el que hace esquina con Marqués de Molins, proyectado en 1926 por el arquitecto Julio Carrilero. Según explica el historiador Luis Guillermo García-Saúco, impulsor de la petición, dicha rejería fue forjada por el artesano José Tejados, quien realizó su aprendizaje en Barcelona en el ámbito de Gaudí, y ha lucido en su emplazamiento original durante los últimos 90 años, es decir, hasta que recientemente una clínica dental adquirió el local de la planta baja. No parece que una clínica dental precise de escaparates. Aun así, a estos odontólogos les sobran las históricas rejas, que quizás ocultarían sus vinilos de bocas sanas y sonrisas profidén. De lo que no anda sobrada esta ciudad es de patrimonio arquitectónico. No sé si han tenido ocasión de ver el edificio en su estado actual, pero la impresión es que la fachada ha sido despojada de algo esencial, al igual que todos los ciudadanos de Albacete, que crecimos con ese elemento como parte del nuestro paisaje urbano. Javier Cuenca se escuda en pretextos de tipo técnico y se muestra muy ufano porque ha conseguido salvar las rejas (según él) para el disfrute de todos los ciudadanos. Sin embargo, pensamos que el disfrute sería mucho mayor si las rejas volvieran a su lugar de origen. Esta restitución sería, además, un modo de mostrar cierta sensibilidad y algún respeto con el patrimonio común del pueblo de Albacete, en lugar de enarbolar la piqueta al estilo de aquellos ayuntamientos franquistas responsables del expolio arquitectónico de nuestra ciudad.

Publicado en La Tribuna de Albacete el 1/4/2016

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