Se anuncia un remake
del clásico de Alfred Hitchcok Los
pájaros, con Naomi Watts en el papel de rubia vapuleada que en su día hizo
Tippi Hedren. En la página web netxmovie.com,
especializada en nuevas versiones de películas de toda la vida, compruebo que
existen proyectos para volver a rodar cintas tan conocidas como Carrie, Robocop, Los siete samuráis, Un
hombre lobo americano en Londres, Dirty Dancing, Los héroes del tiempo, Rescate
en Nueva York, Los inmortales, My Fair Lady y hasta Ha nacido una estrella, con Beyoncé y Tom Cruise en los papeles
protagonistas (¡horror!). De hecho, la lista se prolonga hasta alcanzar los
cincuenta títulos. Si no se ahonda mucho en el asunto, la cosa tampoco es para
rasgarse las vestiduras. Es más, algunas de estas películas ya tuvieron su
versión original o conocieron versiones posteriores. Los siete samuráis, sin ir más lejos, dio origen al western clásico
Los siete magníficos, de John
Sturges. La inolvidable Ha nacido una
estrella (de George Cukor, con Judy Garland de protagonista) se inspiró en
una película de 1937 del mismo título. Esto del remake siempre ha existido, y no solo en el cine. Si hablamos de
música, a nadie le parece extraño que un artista versione un tema de otro. El Yesterday de los Beatles cuenta con unas
1.600 versiones (según el libro Guinnes de los récords). Picasso reinterpretó a
su manera las Meninas de Velázquez. El Ulises
de Joyce no es más que una versión libre de la Odisea. La lista sería interminable, porque algunas obras de arte,
algunas historias, adquieren tal fuerza que nunca dejan de inspirar a las
generaciones posteriores. Está en la esencia de lo que consideramos un clásico.
Con todo, el aluvión de remakes
cinematográficos que sufrimos parece responder a motivos bien distintos.
Recordarán que en 2007 hubo una huelga de guionistas en Hollywood, pero la
impresión que tenemos es que los guionistas de Hollywood se han declarado en
huelga permanente, y quienes firman los guiones ahora son sus hermanos tontos. ¿Adónde
han ido a parar la creatividad y el ingenio de ese cine que nos hacía vibrar? Para
mí, la respuesta es que dichas virtudes se han refugiado en las series de
televisión. Si son ustedes adictos a series como Los Soprano, The Wire, Homeland, Juego de Tronos, The Walking Dead
o Roma, saben de qué estoy hablando.
En la retórica antigua se hablaba de la «inventio» como uno de los componentes
esenciales del discurso. El término no debe traducirse como «originalidad»,
sino más bien como «hallazgo», la capacidad de encontrar entre los recursos que
ya existen aquellos más adecuados para lo que se desea contar. Cualquiera de las
series de mi lista nos ofrece un recital de hallazgos felices, historias
narradas con tal maestría que el espectador queda atrapado sin remedio, como
una mosca en una telaraña. Ciertos momentos de Los Soprano me parecen de una hondura y e intensidad equiparables
al mejor drama de Shakespeare. Y todo ello sin necesidad de inventar nada, sino
a golpe de talento, de guiones brillantes, de buenas interpretaciones y de
directores solventes. La prueba más reciente la he hallado en la serie de la
BBC Sherlock, que regresa al clásico
de Conan Doyle y lo trae a nuestro frenético mundo contemporáneo, con sus
nuevas tecnologías y modalidades de crimen. Y ahí están otra vez Holmes y
Watson, el inspector Lestrade y Moriarty, que sigue siendo la mente criminal
más brillante de todos los tiempos. Han cambiado el Londres victoriano por el
del Milenio y de los Juegos Olímpicos. Holmes muestra síntomas del síndrome de
Asperger, ha dejado la pipa y combate su adicción al tabaco a base de parches
de nicotina. Watson sufre estrés postraumático tras sus experiencias en
Afganistán. Pero son los mismos de siempre, los mismos y renovados, porque son
clásicos y nos siguen contando cosas que nos interesan 130 años después. En
cambio, dudo que la nueva versión de Los
Pájaros le aporte algo al clásico de Hitchcock. Si acaso muchos efectos
especiales. Como diría Sherlock Holmes a falta de un caso interesante, qué
aburrimiento.
Publicado en La Tribuna de Albacete el 18/3/2013
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