El profesor Nicholas Goddard, titular de la cátedra
de ingeniería química de la Universidad de Manchester, ha saltado a los medios
porque uno de sus alumnos lo descubrió actuando en una película porno. Ahora se
ha sabido que no es una, sino varias docenas, las cintas de este género que
Goddard, a sus vigorosos 61 años, ha protagonizado bajo el pseudónimo de ‘Old
Nick’. Si se mira el asunto sin prejuicios morales, uno no puede evitar
admirarse del estupendo trabajo de fin de semana que el buen señor se había buscado
para completar su sueldo de la universidad. Pero las cosas nunca son tan
fáciles, y las autoridades académicas han castigado a Goddard por su doble vida
apartándolo de su puesto. En cuanto a sus alumnas, algunas han declarado que no
volverán a asistir a ninguna clase que él imparta. El caso recuerda un poco al
de ese profesor de química de ficción llamado Walter White que protagonizaba la
serie Breaking Bad. Diagnosticado de
cáncer, White decidía asegurar el futuro de su familia usando sus habilidades
como químico para fabricar metanfetamina. Goddard, en cambio, decidió
rentabilizar sus cualidades amatorias, no sabemos si por motivos económicos,
por ocio o por una combinación de ambas cosas. La diferencia es que la
fabricación de drogas es ilegal y el fornicio no lo es, siempre y cuando se
practique con consentimiento mutuo y entre mayores de edad (la presencia de la
cámara es opcional). Lo que me extraña es la ingenuidad del profesor Goddard al
pensar que su pluriempleo no iba a conocerse antes o después, con el escándalo
consiguiente. ¿Es que no ha oído hablar este señor de Spiderman o de Batman?
¿Cuándo se ha visto que un superhéroe como Dios manda prescinda de la máscara?
Publicado en La Tribuna de Albacete el 18/3/2016
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