No he podido evitar fijarme en el cartel electoral
de Ganemos Albacete para las elecciones municipales. La imagen es poco
frecuente en este tipo de propaganda, que suele mostrarnos a los candidatos en
solitario (generalmente a los cabezas de lista), trajeados, photoshopeados y
con esa sonrisilla que parece toda una invitación a meterles un guantazo. En el
cartel de Ganemos, sin embargo, los vemos en grupo, de cuerpo entero y
caminando animosamente por el paseo central del parque. Supongo que el ver a
los candidatos a pie de calle y en movimiento esconde todo un mensaje político,
aunque uno no puede evitar descreer de mensajes como este. Mi sensación es que,
por mucho que todos caminen en la misma dirección, sus intenciones y objetivos
son muy diversos. Pero eso no deja de ser un prejuicio mío de ciudadano
escamado con la política, y tal vez estos candidatos sí que sean distintos. Ahí
tenemos, por ejemplo, al número dos de la lista, Álvaro Peñarrubia, un joven procedente
del activismo medioambiental y del movimiento ciudadano del 15-M. Álvaro es el
único de los candidatos de la foto que lleva su bicicleta (aunque por el
manillar, para no adelantarse a los demás). De hecho, lo he visto más de una
vez pedaleando por las calles con un carrito de remolque, paseando sus carteles
como una caravana electoral de un solo hombre, el do-it-yourself aplicado a la política. Sería ilustrativo que otros
siguieran este precedente y se retrataran con sus medios de transporte habituales.
De este modo comprobaríamos que hay candidatos que jamás han hecho nada útil
fuera del ámbito político (y a menudo tampoco dentro) y sin embargo se gastan
Audis, Mercedes y BMW. Personalmente, y pese a mi contencioso personal con ciertos
ciclistas urbanos que siembran el pánico por aceras y zonas peatonales, me
quedo con Peñarrubia y su bicicleta.
Publicado en La Tribuna de Albacete el 8/5/2015
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