Uno
de los logros científicos más destacados del año que nos acaba de dejar es la famosa
foto del agujero negro. Todos hemos oído hablar de los agujeros negros, y hasta
los hemos visto en varias películas. Lo que no podíamos imaginar es que un agujero
negro tendría el aspecto de un agujero. Pero resulta que es así. El agujero
negro supermasivo de la galaxia M87 es como un dónut con su orificio en el
centro. Al menos según la foto que nos han enseñado en la prensa y los
telediarios. Una foto, por cierto, bastante desenfocada. ¿Habría sido mucho
pedir que, ya puestos, enfocaran mejor? Aunque probablemente esté diciendo un
disparate, porque ¿qué sabe uno de logros científicos habiendo sido estudiante
de letras? Además, una cosa es hacerle una foto a tu gato y otra muy distinta
hacérsela a algo que genera un campo gravitatorio tan bestia que ninguna
partícula material, ni siquiera la luz, puede escapar de él. Lo que me lleva a
pensar que a lo mejor la foto no es del agujero negro en sí, porque sin luz no
hay foto que valga, ni siquiera con flash. Puede que la imagen será de las
inmediaciones del agujero negro, con lo que en podemos concluir que la foto, además
de estar desenfocada, es un fiasco. Como una vez que mi tía nos retrató a mi
hermano y a mí dándoles de comer a las palomas. Al revelar el carrete, apareció
una oronda señora que pasaba por allí, perfectamente encuadrada, eso sí, aunque
a mi hermano y a mí no se nos veía por ningún sitio. Ni a las palomas. Al igual
que me tía, los científicos del agujero negro no eran grandes fotógrafos. Lo
único que puede decirse en su favor es que, por lo menos, cayeron en no tapar
con el dedo el objetivo de la cámara.
Publicado en La Tribuna de Albacete el 10/1/2020
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